se me cae la cara

pasaran los años
y en tus cabellos castaños
asomarán las canas
caerán las canas
en tu cabeza quedará
una ofuscada pelada
y te seguiré encontrado
obra de una sospechosa casualidad
no tan casual
y pese a las canas
o la pelada
te seguiré mirando
se me caerá la baba
acto seguido se me caerá la cara
temblará algo dentro de mí
a tu magia no la apagan
las facciones arrugadas
los trajes que reemplazan
el jean adolescente
el dolor que enlentece
tu andar despreocupado
te seguiré mirando
tu magia hará que se me caiga la baba
que tire todo por la ventana
y se me caiga la cara al piso
de la verguenza de pertenecer a tu artificio
que suerte tienes de poder envejecer
y andar así despreocupado
vistiendo así, elegante
o despeinado
y que haya alguien que igual te vea
y se le caiga la baba
se le desvíe la mirada
hacia donde estás
se me cae la cara
de la verguenza
que aún me pase esto
no puedo entenderlo!

punto débil

Su talón de aquiles siempre fue olvidar,

que el amor,

como toda cosa maravillosa,

tiene su lado

espeluznante y oscuro

hastío

Desearía que, al menos por una vez, te atrevas a decir algo distinto, distinto a lo que dijiste siempre, diferente a lo que dicen todos. Sería buenísimo que por una vez, te animes a sorprenderme, a demostrarme en qué te destacas, a desmantelarme con un modo loco y atrevido de pensar, a romper todos mis esquemas con ideas tan descabelladas como geniales. Sin embargo cada vez que abris la boca, me volvés a decepcionar, con comentarios tontos que rozan lo vulgar, con frases repetidas que me aburren. Por eso esta vez te pido que pienses antes de hablar, decime algo diferente, o no me digas nada, no tendría sentido que tan solo apretes play y comience a sonar ese cassette, que ya no quiero escuchar!

- Te espero siempre, mi amor (cada hora, cada día) -

horas tristes

Momentos feos,
que vienen y van
después de un buen rato
de escucharte gritar
levanté la mirada (ingenua)
buscándote
pero ya no estaban tus ojos ahí
si no esa mirada milenaria
de épocas antiguas
llenas de guerra y ruido
colmadas de una fría
y angustiosa soledad.
Eso vive ahí, en algún lugar de vos...
cuando lo mostrás
no se si por gusto
(quizás tan solo por equivocación)
las luces se apagan.
si vuelven tus ojos,
me mirás,
llorás...
yo ya no te quiero ver
mañana será otro día y habrá sol
hoy, tus demonios me han herido

divagando por alcanfor de las infantas

Una puerta que se cierra, otra se abre atrás, las leyes de la gravedad, lógica aristotélica lo podríamos llamar? Te puedo iluminar con mi divague, quizás te asuste y huyas lejos de acá, las leyes del no sé , de qué hago acá? Puedo encontrar una respuesta, no lo sé talvez, quizás, tiempo condicional, un futuro que no es, un pasado que se fue, y el presente ya no se donde buscarlo. No me importa si camino por la calle o la vereda, hoy me arriesgo a todo en cualquier parte, es que yo creí que el mundo solo giraba, cuando desperté y me di cuenta que bailaba para mi, y me invitaba a seguirle el ritmo, tropecé y caí cienes, quizás miles de veces, pero me paré y sigo acá, o talvez no estoy parada, solo sentada o acostada, pero acá. Qué me importa lo que pienses yo no te lo he preguntado! Doy vueltas y llego al mismo lugar, pero todo es mágico y tiene color, hoy todo es mágico y tiene color…. El mundo baila para mi!

Comenzaba cada frase con un No, palabra negadora, negativa, palabra decisiva, palabra puntual el No. Comenzaba cada amor con ese No, que convertía a su debido tiempo cada uno de esos amores en desamores, en recuerdos recónditos, en cosas del olvido, del ayer. Ella no quería ser como cualquiera, no le gustaba la gente normal, habitual, no quería una vida normal, un mundo con cotidianidades, odiaba la cotidianidad, el hecho de sentir pertenecer, de despertar cada día en una misma cama y visitar casi robóticamente los mismos lugares, haciendo casi las mismas cosas, cruzándose con la misma gente, que cada día seguía igual dentro de su pequeño mundo de cotidianidades, en dónde todos se sentían seguros pero ella no. Prefería despertar hoy en ese lugar, mañana quién sabe dónde, prefería descubrir algo de cada persona y lanzarla luego al recuerdo para que todas aquellas cosas fascinantes que se pueden encontrar en alguien, no sean algún día opacadas por lo rutinario del día a día, de la repetición, que crea circuitos por los cuales caminamos olvidando en algún punto hacia dónde iba o como era ese circuito, ella, oscura, prefería alejarse antes, y entonces luego recordar, añorar, miles de circuitos que veía de lejos, y que aunque no recorriera, si veía, sin olvidar cómo eran o hacia donde iban.

días largos

Los días, las horas pasan y yo sigo acá simplemente (compleja y confusamente) sin saber qué hacer ni cómo, viendo pasar gente y minutos de un reloj aletargado, que solo apura el andar de sus agujas cuando vos estás acá, o cuando yo estoy allá con vos, acá, allá, lejos, cerca o en cualquier parte pero con vos al fin (no se si al cabo!). Me pongo a discutir con frases lindas e indiscutibles, o hasta el momento pensadas indiscutibles (¿qué frase, qué palabra no es discutible?) me pongo a pensar y a veces a soñar para matar el paso lento del reloj, que a veces enlentece mi andar, pensar tanto me perjudica y cuando salgo perjudicada quiero culpar al reloj, y no a lo absurdo de mis pensamientos, por no decir a lo absurdo de mí. Es que intenté tantas veces, sin éxito, escapar de mi misma, de mis pensamientos, quizás tan solo de mí, talvez, tan solo de ciertas cosas propias (creo que todos tenemos cosas de las que no estamos orgullosos, y no hay que enloquecer por eso). Pero me veo tan oscura, no se si oscura es la palabra, podría ser amarga, opaca al lado tuyo, que brillas por donde te miren que tenés luz en donde te busquen y no hace falta buscar siquiera. Me subí a barcos, a navegar por ríos tortuosos en días de tormenta, a veces sabiendo, a veces no, a dónde me metía, salí herida muchas veces, intento explicarte el por qué de mis lados tristes, sin hacerlos jamás responsables por completo de mis actos. Pero cuando estoy al lado tuyo, de tu decoro, tu paz, tus cosas lindas, todo vos, que para mi es inmejorable, lo importante es que me dan ganas de ser una mejor persona, de decirle no a los conformismos, de no ponerme triste por insignificancias, de crecer, de pensar cosas en cosas lindas… gracias por eso, y por eso te quiero, y mas que te quiero.

ambiguedades

Es como si, cada parte de mi quisiera cosas distintas, como si me fragmentara, como si me perdiera en lo mas recóndito de mi, hoy solo existo para mi y para nadie mas, es como si hubiera perdido la fe en cada cosa, en un dios en el que nunca creí, en las personas, los sentimientos, en cada paso que doy, cada decisión, me duele el descreimiento que hoy me amaca de acá para allá, como a la nada misma, hacia el vacío o la entropía, ¿qué es la normalidad? Siempre estuve acostumbrada al desorden total, casi no entiendo de sucesos alineados, de escalas, de números, de orden, pero quien puede hablarme de normalidad, quien puede asegurarme tranquilidad, si dentro mío no hay paz, y quizás, talvez tampoco la desee en el fondo, aunque sea eso lo que manifieste, no puedo creer en los demás, como nadie puede creer en mí, porque suelo manifestar lo que creo correcto, y no mis verdaderos deseos, que a veces siento tampoco conocer, o saberlos mixtos, entremezclados, irónicos, extraños.

somos...

Comenzamos siendo nada
Sólo simples elementos que se dispersan en el aire
Elementos que van de un lado a otro
Sin un sentido aparente
Comenzamos siendo nada
Y en un acto en el que dos cuerpos chocan
Cientos de elementos chocan también
Se encuentran
Debaten y se organizan
Arman batallones y grupos de tareas
Programan misiones y combates
Guardias
Retaguardias
Y allí …
Un nuevo individuo comienza a ser gestado
Dentro de un mundo cálido
Alejado de la malicia
De la codicia
Alejado de la envidia
Del odio
Y a la vez, a tan solo un paso de todo aquello
De lo humano
Los elementos se siguen organizando
Las células se agrupan
Los órganos se ponen en marcha
Tic tac
El tiempo corre
Y el espacio se acaba
De pronto,
Una fuerza hasta entonces desconocida
Una fuerza propia
Y una fuerza ajena,
chocan
Y nos obligan a salir de aquel lugar
En donde algún día dejamos de ser nada
Y entramos en aquel otro lugar
En donde toda esa agrupación de células y órganos
Se convierten en humanos
Una luz intensa penetra nuestros ojos
Miles de sonidos en potencia
Invaden nuestros oídos
Y el reloj de arena de la vida se da vuelta una vez más
La arena comienza a caer
Y con ella
Nosotros comenzamos a transitar por un camino incierto
Y a lo largo de la vida
Miles de emociones que vagaban por ahí
Comienzan a colisionar con nuestros cuerpos
El amor,
El odio,
la ilusión,
la desilusión,
el despecho,
el desenfreno,
la vida,
la vida colisiona contra aquellos elementos
que hace rato dejaron de ser nada
y que ahora son un todo tan inmenso y tan complejo
que da miedo
y que vive en un mundo lleno de todos
que saben herir
que saben juzgar
y que no vacilan en hacerlo
que no tienen dudas en clavar ese puñal
todos tan hermosos
pero con esas humanas espinas
que penetran furiosamente
que aumentan con el tiempo
que se afilan
esos pétalos tan rosados
que se apagan con los años
que se cansan de los choques
de la falta de reparos
y se caen,
y se acaban
y los elementos dejan de hablarse
y cada uno se va por su lado
y los órganos abandonan la marcha
las células se divorcian
los elementos se dispersan en la nada
somos tan poco
y somos tanto
somos tan hermosos
como espeluznantes
somos humanos.

yo te amaba

te amé en días soleados con mucho calor envolviendo mi cara, te amé en primaveras con brisa, con mariposas coloridas, te amé después de lluvias suaves, en paisajes sublimes, con aromas dulces, con sabores cítricos. Te amé cuando más me amaste, te amé cuando te entregaste, te amé en momentos cariñosos, cuando me diste todo, cuando me regalabas el perfume de la felicidad, cuando me llenabas con días cálidos. Pero también te amé en días en los que el sol casi no asomaba, cuando estaba nublado y el viento soplaba con ira, sacudía los árboles con flores, cuando la lluvia, se estrellaba furiosa contra el suelo, mojaba la tierra, los relámpagos mataban críos de animales pequeños. Yo observaba todo y mi mundo interior no pertenecía al resto, pasó el tiempo, pasaron miles de trenes por millones de estaciones, pasaron cielos oscuros temerarios, pasaron cielos despejados y alegres, pasaron barcos por puertos, se estrellaron aviones, el sol derritió glaciares, la tormenta destruyó casas, la muerte se llevó personas, las personas se convirtieron en gente, pero yo nunca dejé de amarte, te regalé lo que era, te lo llevaste, me arrebataste, y yo te amaba, aunque los paisajes ya no fueran coloridos y felices, verdes, con flores impactantes, aunque el sol no brillara, aunque el cielo cambiara cien veces de color en una triste tarde.